domingo, 3 de noviembre de 2013

Molino de Barranco Grande



En el barrio de Barranco Grande, en unos de los márgenes de la antigua Carretera General del Sur – El Rosario, enclavado en el Distrito Suroeste del Municipio de Santa Cruz de Tenerife, se encuentra el Molino de Barranco Grande. Esta edificación forma parte, junto con los molinos de Cuevas Blancas y Llano de Moro, de un referente en nuestra historia más reciente. En las Islas Canarias, la historia de los Molinos va intrínsicamente ligada a la del Gofio, producto que mucho hambre mató en esta Tierra, en época de la postguerra, y un legado que nos llega desde nuestros antepasados aborígenes.


La restauración ha levantado mucha polémica, ya que no se ha respetado la configuración original, se ha cercenado su diámetro y se ha rodeado de una plaza de hormigón, en lugar de revestirla de piedras, para respetar el entorno y su antigua configuración. También se ha incluido un armazón de hierro en el interior para sustentar las aspas y la maquinaria, lo que no permite tener una idea clara de como era originariamente.


El molino en su construcción original contaba con tres plantas y una altura de diez metros; tenía una puerta de acceso en la planta primera y otra en la planta baja, llamada Cabuco. Esta planta servía de almacén del grano, se guardaba el gofio y, en ocasiones, era el dormitorio del molinero. A las plantas superiores se accedía por una escalera perimetral, a modo de caracol: en la planta primera se trabajaba limpiando el grano y se guardaban los útiles de la molienda; la segunda planta albergaba la maquinaria. 

En la isla de Tenerife podemos ver molinos de forma circular, con una techumbre de madera en forma de cono. Por un lado sale el eje de las aspas y por el otro el timón, que sirve para orientar las aspas en diferentes direcciones, según sople el viento. Dichas aspas estaban forradas de tela para impulsarlas. Cuando el grano, que podía ser millo, trigo, cebada o garbanzos, ya estaba tostado, se procedía a molerlo en las piedras hasta conseguir el gofio.  
 

Aunque ha sido declarado Sitio Histórico, con la categoría añadida de Bien de Interés Cultural (B.I.C.), las obras no convencen a los colectivos vecinales y no colman las expectativas de las asociaciones de vecinos, las cuales van a pedir que se restablezca a su forma original, lo que se nos antoja harto difícil, por carecer de los materiales originales, ya que muchos de ellos se quemaron (y lo que se pudo salvar está en el interior del molino, inservible ). 


La corporación municipal ha perdido la oportunidad de hacer una restauración completa, eficaz, original y "creíble ", en lugar del híbrido (materiales actuales mezclados con la estructura antigua) que ha resultado la obra. 

El Molino de Cuevas Blancas se encuentra cerca de la rotonda que une la carretera general de sur con el barrio de Cuevas Blancas. Su estructura está bien cuidada, pero las aspas necesitan restauración. Para acceder a el hay que pedir permiso en las empresas colindantes. 


También visitamos el Molino de Llano del Moro, ubicado en la calle Salto del Pino, a la altura del nº 3. Sólo queda la estructura cónica de piedra; ni rastro de los elementos pertenecientes a la maquinaria. Con la algarabía de los perros, salió una señora. Le preguntamos sobre el molino y nos comenta que “ mi suegro murió a la edad de noventa años, hace veinte que murió y nunca lo vió moler, porque ya estaba en este estado. Creo que es el más antiguo de esta zona “.


Nuestra identidad se sigue perdiendo ante el abandono de las instituciones: crisis económica, falta de interés y dejadez.
 


SANTA CRUZ DE TENERIFE A 26 DE MAYO DE 2012

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